Anna

cohousing barcelona

Empieza atardecer, en el paseo se ven los niños corretear y gritar llenos de alegría con risas descontroladas, también se ven a mujeres y hombres sentados en los bancos tomando esos últimos rayos de sol que les calienta el cuerpo y el alma.
Están pensativos y con la mirada perdida, tal vez recordando aquellos tiempos en los que ellos también fueron jóvenes, ahora tienen a su lado un caminador que a duras penas les ayuda a mantenerse en pie, con él intentan dar un corto paseo, no les acompaña nada más, están ellos, el caminador y su soledad.
El proyecto nació, no para parar la vejez, eso es impensable, pero sí para poderla llevar bien.

Un pasar de los años con una vida lo más activa que se pueda llevar y dejando atrás la “soledad “. La soledad no es mala compañía, pero se ha de saber gestionar, una soledad impuesta tiene que ser dolorosa y llena de tristeza, así que lo mejor es buscar compañía, personas que quiera vivir su “mayoría de edad” conviviendo con más gente, formar una nueva familia.

Será difícil, para unos más que para otros, pero se intentará. La unión hace la fuerza, y a pesar de mis miedos, apuesto por esa fuerza.

Por eso se ha creado EL NOSTRE RACÓ, un proyecto que nos ayudará a vivir nuestros “mejores años”, acompañados de positivismo y buenas energías. Ya no seremos tan jóvenes, pero se intentará que solo envejezca el cuerpo.

El círculo se ha cerrado, pero a la vez está abierto, siempre mantendrá seis puertas abiertas, somos los primeros, pero nunca los últimos.