Emotiva carta de los socios salientes
Carta de despedida de Juan y María.
DESPEDIDA
Las despedidas forman parte de la vida, y hoy tenemos que vivir una, pues tenemos que abandonar el proyecto de EL NOSTRE RACÓ.
Hace muchos años que Juan y yo María, iniciamos el camino en búsqueda de ese ideal llamado vida colaborativa, covivienda, Cohousing… etc.
Muchos nombres, para un modelo de vida en comunidad con otras personas que compartimos ese modelo de vida vecinal.
Pero la vida te da sorpresas dice la canción, y así ha sido.
Pues cuando estábamos a punto de ver el sueño hecho realidad, la vida nos pone un nuevo horizonte y nos dice que hay otro camino por el que transitar, y que no podrá ser ese proyecto que centraba nuestro horizonte de vida.
Nuestra realidad familiar nos reclama y debemos atender esa prioridad, así que nos tenemos que desplazar a vivir a otra parte del país lo que hace imposible seguir en EL NOSTRE RACÓ.
Esta experiencia también es nueva para todo el grupo, y nos ha descolocado a todos, pero de las experiencias se aprende, y quizás podría figurar en esos manuales que van creándose conforme se crean grupos, cómo “celebrar” ese final.
Pues las despedidas son muy frágiles, dolorosas y conviene cerrarlas bien. Todo requiere su tiempo, pues es un duelo, y hay que elaborarlo.
Conviene que el grupo que proyecta vivir juntos, también se plantee cómo abordar ese posible final, ya sea voluntario o forzado por circunstancias ajenas, teniendo diseñado un protocolo para no herirse por la impronta de acciones no reflexionadas, que duelen.
¿Cómo se gestiona los cambios?
Hay que gestionar los cambios, quizás en cargos de la propia organización, que requieren traspaso armonioso, amable y consensuado. Las prisas no son buenas compañeras.
Celebrar un final es lo más parecido al duelo por la pérdida de seres queridos, donde todas las personas que han vivido un final sereno, amable, armonioso, lo recuerdan como algo “bonito”. Un final puede ser bonito, a pesar de las lágrimas que puedan aparecer.
Y con ese final en EL NOSTRE RACÓ, viene el relevo, que ha sido un regalo para quienes nos vamos y para quienes se quedan. Ya que la nueva socia es una “buena vecina” recordando el libro de Doris Lessing.
Para Juan y para mí, ha sido un buen final por esa parte, sabiendo que el trastorno ocasionado al grupo, en este momento por nuestra marcha, se palia con la llegada de Nuri.
La renovación aportará riqueza al grupo, lo vivido queda en la experiencia vital, y se sumará la nueva savia. El final del camino es riqueza acumulada.
Queremos agradecer a todos los miembros de esta pequeña comunidad, creada desde el ideal de vida colaborativa, ese camino de aprendizaje que hemos compartido.
Todos llegábamos de puntos de origen diferente, coincidimos, emprendimos el camino, y ahora toca decir adiós.
Muchas gracias y siempre formareis parte de nosotros. Juan y María